sábado, 1 de noviembre de 2014

Tarta de calabaza

¡Hola de nuevo!

Según los pronósticos meteorológicos parece que el otoño va a llegar ya por fin. Y junto al cambio de hora de hace unos días, hacen que noviembre sea el mes del año que menos me gusta, bueno, marzo tampoco está entre mis favoritos.... pero de eso ya hablaremos en primavera ;-)
Lo que decía, noviembre es un mes oscuro, largo, de frío... tan sólo apetece quedarse en casa, o al menos eso es lo que me apetece a mí. Lo bueno que tiene noviembre es que es el preludio de diciembre y con este mes ¡llega la Navidad! ¡Ya sabéis cuánto me gusta!
Pero no nos despistemos Natalia, ahora estamos en noviembre, época de membrillos, castañas, setas, hojas secas y calabazas. Y de calabazas os quiero hablar hoy. Bueno, de una tarta de calabaza que he preparado, porque noviembre no es mi favorito, pero eso no quita que también tenga cosas buenas ¡y la calabaza me encanta! Así que bienvenido sea noviembre aunque sólo sea como excusa para disfrutar de esta delicia....


Preparar esta tarta es sencillo y el resultado es fantástico, una textura jugosa y esponjosa que te hace saborearla con deleite...


Necesitaremos:

Para el BIZCOCHO:

  • 300 gr de harina de repostería
  • 300 gr de calabaza sin piel
  • 300 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 4 huevos
  • 1 sobre de levadura (15 gramos)
  • 1 cucharadita de canela
  • Un puñado de nueces peladas
  • Dos moldes de 20cm.
Para el ALMÍBAR:
  • 200 ml. de agua
  • 150 gr. de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Para el RELLENO y COBERTURA:

  • 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 300 gr de azúcar glas.
  • 125 gr de queso crema (no light).
  • 3 cucharadas de leche.
  • 1 cucharadita de canela en polvo


¿Cómo la hacemos?
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo y ventilador (si lo tenemos) a 170º.

Preparamos los moldes con papel de horno en el fondo de la medida de la base y spray antiadherente por los lados. Si no tenéis spray de este, untad los laterales con mantequilla y espolvoread con un poco de harina.

Preparamos la calabaza: la pelamos y trituramos con la picadora de la batidora.

Tamizamos la harina junto con la levadura y la canela y reservamos,

En un bol grande, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener un crema espumosa.
Incorporamos la mantequilla y la calabaza triturada y mezclamos muy bien con la batidora.

A continuación, vamos añadiendo la harina poco a poco hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

Incorporamos las nueces peladas al gusto y damos vueltas con una espátula.

Pesamos la masa y al repartimos a partes iguales entre los dos moldes. si sólo tenéis un molde, pues hacedlo en dos veces mejor.

Horneamos durante unos 25 minutos, o hasta que veamos que el bizcocho se despega de los laterales del molde y al pinchar con un palillo en el centro éste nos salga limpio.

Dejamos enfriar en el molde unos 5 minutos y lo pasamos a una rejilla para que se enfríe del todo.

Mientras preparamos la crema para el relleno y la decoración. Es como la que hicimos en la tarta Red Velvet, pero con un toque de canela.

Tamizamos el azúcar glas en un bol grande y vertemos sobre éste la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente. Batimos a velocidad máxima hasta que se integre bien la mezcla (cubrimos la batidora con un paño húmedo si no queremos que toda la cocina se llene de azúcar!). Incorporamos la leche y seguimos batiendo.. Cuando la mezcla esté blanca y esponjosa, añadimos el queso de una vez (debe estar bien frío). Batimos primero a velocidad baja durante 1 minuto aproximadamente y a continuación subimos la velocidad al máximo y continuamos batiendo hasta conseguir una crema con consistencia.

Preparamos el almíbar poniendo el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio. Cuando hierva, lo retiramos, añadimos la vainilla y dejamos templar. 

Finalmente, montamos la tarta.

Igualamos los bizcochos con una lira o un cuchillo para que queden bien planitos. Los empapamos bien con el almíbar.
Ponemos el primer bizcocho sobre el plato en el que lo vayamos a presentar y lo cubrimos con una capa de buttercream. Para que la capa quede igualada, la repartimos con la manga pastelera.
Colocamos el segundo bizcocho encima y repartimos de nuevo la crema por encima. Con una espátula la extendemos y le hacemos unas líneas a modo de decoración. En el centro he colocado dos calabacitas de fondant (son muy mejorables pero iba con muuucha prisa!)

¡¡¡Y a disfrutar!!!!




Así sí que me gusta noviembre, cargadito de cosas ricas... mmm...

¡Hasta pronto!



PD.  Y las fotos... Lo sé... Es que teníamos prisa!! Las próximas serán mejores. O eso intentaré! Al menos no se me espachurrará la tarta como en estas... Besitos!


3 comentarios:

  1. ¡Hace una pinta estupenda! Me guardo la receta para alguna ocasión.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Gracias Patri!
    Está muy rica, si te animas a hacerla, ya verás como conquistas a todos tus comensales ;-)

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