¡Hola de nuevo!
¿Cómo han ido estos días?
Espero que entre turrones, polvorones, cava y langostinos hayáis pasado unos buenos días junto a los vuestros.
Ahora nos queda pensar en fin de año, el cava, las uvas y algún postre especial.
¿Qué tal si aprovechamos el turrón de jijona que nos ha quedado de navidad? Si es que ha quedado claro...
La mousse de chocolate blanco y turrón de jijona es muy suave está muy rica!
La foto no mata, lo sé. Pero es que en plena nochebuena casi ni me acuerdo de hacerla!
Y como no quedó ni un poquito, no puede hacer más fotos al día siguiente... ¡Y es que estaba deliciosa!
Para prepararla necesitáis:
* 75 gr. de chocolate blanco para postres
* 200 ml. de nata para montar
* 150 gr. de turrón de jijona
* 2 hojas de gelatina
* 2 cucharadas soperas de leche
* barquillos y chocolate negro para decorar
¿Cómo la hacemos?
Semi montamos la nata y la guardamos en la nevera.
Sumergimos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten y, mientras, trituramos el turrón. Yo primero lo desmenucé con las manos y luego lo pasé por la picadora.
Por otra parte, fundimos el chocolate blanco al baño maría o en el micro. En el caso de que optéis por el micro, recordad que hay que ponerlo a baja potencia y revisarlo muy muy muy a menudo, porque enseguida se quema. Cuando tengamos el choco fundido, lo reservamos.
Escurrimos la gelatina y la ponemos en un cuenco con las dos cucharadas de leche. Calentamos esto en el micro unos diez segundos o hasta que se funda bien la gelatina.
Añadimos esta mezcla al chocolate y removemos bien hasta obtener una mezcla homogénea en la que no haya grumos. Mezclamos bien con el turrón y acabamos añadiendo la nata y mezclando con movimientos suaves y envolventes.
Si queréis, podéis añadir un par de cucharaditas de azúcar. No venían en la receta original, pero a mí me pareció que le faltaba un toque dulce a la mezcla resultante.
Con la masa bien mezclada, la repartimos en los cuencos y la dejamos enfriar en la nevera durante 4 o 5 horas hasta que coja consistencia.
Antes de servirla, troceamos unos barquillos y rallamos chocolate negro por encima.
¡Y a deleitarse!
En media hora la tendréis preparada y sin necesidad de horno ni de cocinar. Eso sí, calculad que os dé tiempo para que se cuaje bien en la nevera. Podéis hacerla el día de antes para aseguraros de que eso ocurra.
¿Qué os parece?
Ya sé que en facebook dije que estaba horneando algo muy chocolateado... en el próximo post os lo explico sin falta. Palabrita.
¡Hasta pronto!
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