Ayer celebramos el cumple de mi sobrino. ¡Ya tiene 5 años! Y como os comenté en facebook estuve preparando cositas para endulzar la tarde.
Hoy os presento los cupcakes de vainilla, los clásicos. Son los primeros cupcakes que preparé cuando comencé a interesarme más por esto de la repostería y son fáciles y muy ricos. Además, son una apuesta segura, ya que siempre gustan.
La receta es del libro Objetivo: Cupcake Perfecto de Alma Obregón.
¿Os apetece prepararlos?
Necesitamos:
Para el bizcocho:
* 115 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
* 220 gr de azúcar blanco
* 3 huevos M
* 200 gr de harina
* 1 cucharadita y media de levadura Royal
* 120 ml de leche semidesnatada
* 1 cucharadita de extracto de vainilla
* 100 gr de azúcar blanco
* 100 ml de agua
* 1 cucharadita de extracto de vainilla más las semillas de una vaina
Para el buttercream
* 250 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
* 325 gr de icing sugar o azúcar glacé
* 1 cucharadita de extracto de vainilla
* 2-3 cucharadas de leche semidesnatada
* colorante en pasta a nuestro gusto
¿Cómo lo hacemos?
Precalentamos el horno a 180º (160º si es con ventilador).
Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas de papel.
Tamizamos la harina con la levadura en un bol y reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que se integren y la mezcla
se aclare. Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se
incorporen (recordad que es mejor abrirlos en un cuenco aparte primero, por si caen cáscaras).
Agregamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que se
incorpore. A continuación, añadimos la leche, mezclada con el extracto
de vainilla, y volvemos a batir.
Agregamos la otra mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta
que la mezcla sea homogénea.
Repartimos la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas más de 2/3.
Horneamos 22-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Mientras se hornean los cupcakes, preparamos el almíbar en un cazo,
calentando el azúcar con el agua hasta que la mezcla hierva. Retiramos
del fuego, incorporamos el extracto de vainilla y dejamos templar.
Nada más sacar los cupcakes del horno, pinchamos su superficie varias
veces con un palillo y los pintamos con el almíbar.
Dejamos enfriar los cupcakes en el molde 5 minutos y después pasamos a
una rejilla, hasta que se enfríen por completo.
Para preparar el buttercream, tamizamos el icing sugar y lo colocamos en un bol junto con la
mantequilla, el extracto de vainilla y la leche. Cubriendo el bol con un paño húmedo,
batimos a velocidad baja un minuto. Después subimos la velocidad y
batimos al menos otros 5 minutos a velocidad media-alta. El buttercream
se volverá casi blanco y su textura pasará a ser muy cremosa. Para
teñirlo podemos utilizar colores en pasta. En este caso, yo lo teñí de amarillo para que combinara con la decoración de la mesa y el resto de cosas.
Cuando los cupcakes estén fríos, ponemos la buttercream en una manga pastelera con boquilla de estrella y los decoramos. Para hacer una rosa como la de la foto, tenemos que empezar por el centro del cupcake y girar en el sentido de las agujas del reloj mientras apretamos de forma constante.
Antes de decorar con la buttercream , también podemos rellenar el cupcake. En este caso, yo lo rellené de sirope de fresa. Para hacerlo, solo tenemos que clavar un descorazonador de manzanas un poquito, girarlo y sacarlo. En el hueco que queda, ponemos lo que queramos, sirope de fresa, dulce de leche, caramelo, chocolate,... y luego, volvemos a poner el taponcito de bizcocho y ya decoramos por encima con la crema de mantequilla.
Para el cumple, quisimos darle un toque infantil y con el mismo cupcake de vainilla como base, hicimos una decoración de monstruo de las galletas que gustó mucho a los invitados.
En este caso, lo que necesitamos es una boquilla de las de césped y teñir el buttercream de azul (yo usé el royal blue de wilton.)
En este link : cupcake del monstruo de las galletas, os dejo un tutorial de la misma Alma Obregón con el paso a paso, para que veáis que es muy fácil de hacer.
El nuestro, ya veréis que es un poco diferente , ya que no teníamos fondant para los ojos y usamos estos de caramelo. Así como las galletas que las teníamos más chiquititas. ¡El próximo ya lo bordaremos!
¡Ah! Se conservan la mar de bien en un tupper cerrados. Si los ponéis en la nevera el buttercream se pondrá duro, mejor en un lugar donde no haga mucho calor y cerrados en un tupper ;-)
Y bueno, esto es todo por hoy.
¡Espero que os gusten!
¡Feliz domingo y hasta pronto!
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